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Aprender a delegar durante las vacaciones

Aprender a delegar, una habilidad imprescindible

Al comienzo, cuando nos ausentamos del trabajo y dejamos en manos de otras personas nuestras responsabilidades, podemos encontrarnos con una mezcla de sensaciones como ansiedad, desconfianza, e incluso miedo, a que nuestro equipo no esté a la altura. Debido a todo esto, en ocasiones nos cuesta desconectar durante el período vacacional. A continuación, te explico los pasos para que puedas aprender a delegar, una habilidad clave en el liderazgo. 

¿Cómo delego cuando delego? 

En primer lugar, hay determinadas preguntas que debes hacerte sobre ti mismo si quieres hacer una delegación adecuada, y es que el autoconocimiento es la base para empezar a mejorar como persona y como profesional. 

Tal vez piensas que sabes delegar y en realidad tu equipo no piense lo mismo, puede ser el momento de reflexionar sobre esto y, por qué no, de preguntar a tu equipo. 

Para ello, hay diferentes herramientas que puedes usar. Inicialmente, te sería de utilidad un cuestionario de autoevaluación sobre delegación, para que puedas conocer más sobre tu forma de delegar. Otra podría ser, solicitar que un profesional te realizara una imagen pública para saber qué opina tu entorno al respecto.

Es por ello que, para que puedas partir de una línea base, te obsequiamos con una herramienta de autoevaluación sobre delegación:

¿Qué puedo delegar y qué no?  

En un principio, para saber qué delegar, has de establecer tus prioridades y el grado de responsabilidad sobre cada una de ellas. De esta forma, te asegurarás de que identificas las tareas y los objetivos principales.  

De hecho, existen diferentes herramientas para hacerlo, por ejemplo, podrías elaborar una “matriz de gestión de prioridades”, donde diferenciar las responsabilidades y tareas importantes de las urgentes. 

Aprender a Delegar - Matriz de Eisenhower
Matriz de Eisenhower

Ya que, en nuestro día a día, tendemos a centrarnos en lo urgente y a delegar todo aquello que no es importante, el secreto está en dedicar atención a aquello que, si bien no es urgente, es importante para ti, así puedes actuar de forma previsora y evitar que te “pille el toro”. 

No olvides, que para que haya una delegación real, debes delegar responsabilidades y no sólo tareas. 

¿A quién puedo delegar qué?  

Sobre todo, esto tiene que ver con el conocimiento acerca de las personas de tu equipo y con la confianza que depositas en ellas. 

Por lo tanto, se trata de generar espacios de confianza con los miembros de tu equipo donde, a través de una escucha activa, aprendas cuáles son sus capacidades, preferencias y necesidades, para así poder delegar en cada persona lo que realmente sabe y está motivado para hacer. 

¿Cómo comunico mis expectativas para obtener un buen resultado?  

Claro está que la comunicación es una herramienta fundamental a través de la cual hacer un seguimiento adecuado cuando delegamos.

Por ello, saber hacer peticiones claras, dar feedback de manera adecuada y diferenciar entre juicios y opiniones, para alcanzar el resultado esperado, es crucial en la delegación, sobre todo, en la fase inicial cuando el seguimiento es más estrecho.

De hecho, la comunicación debe permanecer muy activa hasta que nos aseguremos de que la persona tiene el conocimiento y las competencias necesarias para llevar a cabo, con éxito, la responsabilidad delegada. 

¿Qué tipo de líder soy?  

Así como aprender a delegar es clave para un liderazgo efectivo, tu estilo de liderazgo es fundamental para hacer una buena delegación: 

¿Soy un líder que busca el desarrollo y crecimiento de mis colaboradores o encajo más en un perfil enfocado sólo a resultados? 

Si este último es tu caso, debes saber que delegar implica generosidad con las personas de tu equipo, pues les da la oportunidad de crecer y te convierte, como líder, en catalizador para el desarrollo de talento.

 

Phil Jackson, además de ser un gran jugador de baloncesto, es el entrenador con más títulos de la NBA y posee la marca del mejor porcentaje de victorias en los Playoff de la NBA de todos los tiempos. Parece que sabe algo sobre liderazgo, ¿no? Respecto a este tema y en relación con la delegación, dice lo siguiente: 

Aprender a delegar - Phil Jackson

A lo largo de los años he aprendido que el enfoque más eficaz consiste en delegar tanta autoridad como sea posible y fomentar las habilidades de liderazgo de todos los demás. Cuando lo consigo, no solo se acrecienta la unidad del equipo y se da pie a que los demás también crezcan, sino que, por muy paradójico que parezca, mi papel como líder también se refuerza.

¿Cómo es mi entorno?  

¿En la cultura de mi organización está permitido el error? Si no es así, ¿qué puedo hacer yo al respecto?  

Ciertamente, aprender a delegar implica la posibilidad de cometer errores, sobre todo al principio. No obstante, esto se puede minimizar con un seguimiento adecuado. Sin embargo, tener una cultura basada en la penalización de errores, además de entorpecer la creatividad, dificulta la delegación y fomenta la aparición de cuellos de botella en los puestos de mayor responsabilidad.  

De hecho, es un tema que puede parecer que escapa a tu control, pero casi siempre hay algo que puedes hacer para contribuir a que eso cambie, así que procura desarrollar tu creatividad al respecto.

Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.

¿Qué ventajas tiene para ti, tu equipo y tu organización? 

Casi cualquier persona con un equipo a cargo, sueña con poder delegar gran parte de sus responsabilidades y tareas, para poder dedicarse a lo que siempre le falta tiempo para terminar y a lo que realmente es importante para ella. Sobre todo, esto se acentúa cuando planificas tomarte un descanso y no sabes cómo dejar tu trabajo en manos de otra persona.

Como resultado, aprender a delegar redundará en una serie de ventajas para ti, tu equipo y tu organización, como son: 

En base a esto, te invito a tomar este período vacacional como un paréntesis donde reflexionar sobre tu labor como líder de tu equipo y tu influencia en la evolución y desempeño de las personas. Puede que, unas palabras de nuestra compañera Pepa Teno, te ayuden a pensar sobre ello:

“Si tratamos a nuestros colaboradores como niños, tenderán a responder como niños. Si los tratamos como adultos, tenderán a responder como adultos”.

¿Qué necesitas en tu organización?

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